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Una semana después de celebrado el juicio ético a Alfredo Astiz; juicio que se puede consultar en tres partes: primera parte, segunda parte, tercera parte, nos visitaron en ORAL Y PÚBLICO, el 11 de octubre de 1996, Carmen Lapacó, Ana María Careaga, Carlos Zamorano y Horacio Ballester. También la querida María Adela Antokoletz, aunque no participó de la emotiva entrevista, que comenzó con el testimonio grabado de Graciela Daleo.Inició la emisión quien fue perito en el juicio ético, Horacio Ballester, del CEMIDA.
Le siguió Carlos Zamorano que fue fiscal en el juicio ético, célebre preso político durante el terrorismo de Estado, fuimos con Carlos compañeros en la Comisión de Derechos Humanos de la Asociación de Abogados y Abogadas de Buenos Aires que él presidía hace 15 años y que hoy presido yo. Integrante histórico también de
la Liga Argentina por los Derechos Humanos. Militante de la vieja escuela, incansable, buena pluma y buen orador.
Ana María Careaga, hija de una de las detenidas luego de ser señaladas por Astiz, compañera de exilio relató experiencias que ya había compartido conmigo y otros exiliados en México.
Me sorprendía entonces y me sigue sorprendiendo, muchos años después, el nivel de perversidad evidenciado por Astiz, cuando tenía escasos 24 o 25 años.
A su turno Carmen Lapacó relató cómo las madres protegían al cobarde infiltrado temiendo que le sucediera algo, especialmente Azucena Villaflor, llegando otras madres a creer que era su hijo. Ponderó los valores de la mamá de Ana María.
Continuando el pensamiento de la carta de Rodolfo Walsh enfáticamente aclaró que la triple A, eran las tres armas.
Carmen fue secuestrada junto con su hija, la que permanece en la condición de detenida desaparecida. Chalita murió sin conocer el destino sufrido por su hija