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El juicio ético a Alfredo Astiz fue abordado en varias emisiones de ORAL Y PÚBLICO. Desafiando a la sociedad y a los organismos de Derechos Humanos, la máxima jerarquía de la Marina expresó que el asesino reunía las cualidades morales para ser ascendido.
Ante la imposibilidad de juzgarlo penalmente por efecto de las leyes y decretos de impunidad, se impulsó este juicio ético. Faltando pocos días para el mismo, recibimos a los organizadores: Carmen Lapacó, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el Dr. Moisés Cherñasky y el Coronel Horacio Ballester, integrante del CEMIDA, Centro de Militares por la Democracia.
El perverso que se infiltró en el grupo de las Madres, simulando ser familiar de un desaparecido y que señaló una por una y uno por uno, a quienes debían ser detenidos, en la Iglesia de la Santa Cruz, fue un símbolo de la represión genocida.
También fue el cobarde que en la guerra de Malvinas se entregó en las Georgias sin disparar un solo tiro.
Carmen Lapacó cuenta que el chacal siempre iba del brazo de Azucena Villaflor y que las madres lo cuidaban por temor a que lo secuestraran.
Estos juicios éticos y los juicios por la verdad fueron formas que adoptó el pueblo argentino y sus organizaciones, como forma de resistir la impunidad que trían la claudicación de las leyes y decretos de la claudicación.
Algún día los abogados deberíamos hacer un juicio ético a los abogados que fueron parte del Estado terrorista, los Jaime Smart, los Walter Klein, los Martínez de Hoz, los Mariano Grondona y tantos más.
Usted también doctor? Es una obra que debería incorporarse como prueba documental