Media
En la emisión de ORAL Y PÚBLICO del 10 de mayo de 1996 recibimos a Sergio Schoklender con quien hablamos de la situación en los establecimientos carcelarios, los derechos humanos y los problemas para matricularse como abogado. Sobre este último punto aportó su visión el querido compañero, recientemente fallecido, Ernesto Moreau. Una parte de la entrevista fue compartida con otra visitante, la diputada provincial por el FREPASO, Graciela Podestá.
Schoklender hablo de su libro Infierno y resurrección.
Al entrevistado se refería la siguiente nota de La Nación del 12 de junio de 1996, un mes después de la nuestra.
Schoklender recibió el segundo título universitario en dos meses. Un graduado controvertido
Ejercicio: el ex convicto recibió ayer en la UBA la licenciatura en psicología lo que reabre la controversia sobre la separación del título académico y la habilitación profesional.
La Nación 12 de junio de 1996
Vestido de negro y escoltado por Hebe de Bonafini presidenta de las Madres de Plaza de Mayo Sergio Mauricio Schoklender ingresó ayer por la tarde a la Facultad de Psicología de la UBA para recibir su título de licenciado en psicología. Con un rostro que no perdió la seriedad en ningún momento Sergio Schoklender que sólo se descruzó de brazos para oír (porque no cantó) el Himno Nacional juró por su honor junto a otros 38 egresados. Al recibir el diploma entregó su título a Hebe de Bonafini que lo abrazó emocionada.
El acto reunió exclusivamente a autoridades y representantes de claustros de la facultad aunque llamó la atención la ausencia del decano Raúl Courel.
El título académico
El diploma universitario otorgado ayer a Sergio Schoklender reflota una vez más la inagotable controversia acerca de la separación del título académico de la habilitación profesional.
El debate se encrispa cuando la cuestión atañe al área de la salud mental y se potencia por las características del protagonista de esta historia más cerca de las crónicas policiales y de la actividad política que de los claustros académicos.
Consultado por La Nación el presidente de la Asociación Internacional de Psicoanálisis el médico argentino Horacio Etchegoyen reconoce que al recibir el título universitario el graduado está en condiciones de ejercer la profesión y atiende pacientes más allá de sus circunstancias personales.
Pero advierte que para llevar adelante psicoterapias más profundas resultan indispensables los estudios de posgrado y el perfeccionamiento profesional.
Al referirse a la separación del título académico de la habilitación profesional Etchegoyen reconoció que se trata de un tema de aristas muy complejas pero sostuvo que "cuanta más seguridad tenga una persona y más requisitos se impongan dentro de lo razonable para ejercer la profesión mejores garantías habrá para la sociedad".
Pronosticó que la acreditación específica para ejercer la profesión puede elevar el nivel de la atención en el área de la salud mental y recordó que "a medida que la sociedad se desarrolla se van definiendo nuevos roles y exigencias". Precisó al respecto que hace 40 años por ejemplo el título de médico era suficiente para ejercer la profesión.
"Hoy en cambio rigen las especialidades" agregó aunque señaló que no pasa lo mismo con el psicoanálisis "una especialidad que muchos profesionales de la psicología se la apropian" comentó.
"Me buscan los más humildes"
Figura polémica si las hay Sergio Schoklender pasó de convicto por doble homicidio a doble profesional pues acaba de recibir los títulos de psicólogo y abogado.
A los diplomas Schoklender sumó un flamante estudio jurídico donde recibió a La Nación horas antes de la colación de grados en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.
-En menos de un mes ya tiene dos títulos
-Me recibí de abogado en el `91 pero el título me lo mandaron por correo en el `93. Recién hace veinte días logré la matrícula. Con el título de psicólogo hubo una resistencia parecida
-¿Qué generó la resistencia?
-Tuve una actitud muy clara de denuncia sobre la monopolización de la Universidad por el "shuberofismo". El tercer período de un mismo rector atenta contra los principios republicanos más elementales.
-¿Para qué piensa usar el título de psicólogo?
-No voy a ejercer la psicología principalmente porque en la Argentina no se enseña psicología sino psicoanálisis que es una técnica menor. Mis estudios me sirven para encarar de una manera más humana los problemas que tenemos a diario en el estudio.
Buenos muchachos
-¿Hace cuánto instaló el estudio?
-Hace quince días. Teníamos la idea de que íbamos a poder abrir el estudio tranquilos que los clientes iban a aparecer cada tanto. Pero lo que recibimos es una avalancha de gente humilde y necesitada.
El nuestro es un estudio integral. Trabajamos con un equipo de cinco abogados y yo superviso todo.
-¿Cómo lo financió?
-Con la ayuda de amigos y compañeros. Hay quienes suponen que estamos absolutamente solos personajes de mala calaña. Pero es impresionante la cantidad de gente que colabora y que está dispuesta a darnos una mano en todo momento como los profesores Zaffaroni Bidart Campos Mariano Castex.
Violencia y privilegios
-Si la gente que viene es tan pobre les va a ser difícil mantenerse...
-El cliente paga como puede cuando puede pero si son casos de violencia institucional -ejecuciones policiales torturas abusos de funcionarios- el estudio no cobra absolutamente nada. Es una cuestión de principios.
-Las instituciones las crea la sociedad para defender a la sociedad pero usted las ve de otra manera...
-Las instituciones están hechas para defender los intereses de ciertos sectores: la oligarquía la gente de más dinero. Nosotros defendemos a los que quedan afuera.
-¿Y las universidades?
-La nuestra no es una universidad nacional popular. Salvo raras excepciones los estudiantes no son gente laburante que puedan laburar y estudiar.
-¿No es usted mismo un privilegiado entre tantos estudiantes que a los 38 años y recién recibido pudo montar un estudio gracias a su nombre?
-No es por mi nombre. Es por una actitud de compromiso. Lo único que poseo es lo que necesito para trabajar: dos trajes una camioneta vieja y un teléfono celular mi único lujo que lo uso cuando mis clientes me llaman por alguna emergencia. Yo no retiro un centavo del estudio.
-Si aquí no gana nada entonces vive de lo que le pagan las Madres de Plaza de Mayo.
-Vivo de los trabajos de computación que hago para la Universidad. Soy muy buen programador. Además hasta hace poco tenía una beca de la Universidad.
Con las Madres de Plaza de Mayo empecé trabajando en el área de informática. Ahora me incorporé en forma efectiva a su grupo de abogados.
-¿Usted siente que con su lucha en contra de las instituciones está llenando un vacío?
-Yo creo que es una necesidad. El modelo económico-social que nos proponen sólo se sostiene cada vez con mayor represión.
Más allá de lo que digan lo medios la gente acude a mí porque conoce la conducta que he llevado durante todos estos años.
Ramiro Pellet Lastra