Martí Mingarro y la industria del pleito - Abogarte

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La remanida “industria del juicio”
Carlos A. López De Belva
1/9/2020
Cada vez que un gobierno quiso recortar o hacer desaparecer derechos atacó a los abogados. Durante el terrorismo de estado, por esa misma razón, el gremio que más sufrió la persecución, con desapariciones forzadas, prisión, asesinatos y exilio fue precisamente el gremio de los abogados, la profesión liberal más castigada por ese gobierno del terror.
No fue solamente el terrorismo de Estado, también el gobierno neoliberal que padecimos durante los últimos cuatro años, con su intención de arrasar conquistas laborales y derechos de toda índole. Agredió a los laboralistas calificándolos de “mafia”. Pero no solamente a ellos, también a los abogados defensores de los Derechos Humanos. Muy famosa aquella frase del por entonces candidato presidencial cuando dijo que los Derechos Humanos son un “curro”. Todo esto dentro del marco más amplio, el de “la industria del Juicio”
Un libro que ya he mencionado en otras notas, y que lo tengo de cabecera, fundamentalmente cuando quiero profundizar en el tema de la defensa de la defensa, es que su autor Rafael del Rosal tituló Normas deontológicas de la abogacía española de la editorial Civitas, con prólogo de Luis Martí Mingarro, otro prestigioso jurista español, que presidió el Ilustre colegio de abogados del Madrid.
En ese prólogo se afirma:
“No rehuye Rafael del Rosal entrar en el terreno difícil de la llamada Industria del pleito como surgida en el sector de servicios legales - si es que terminamos plegándonos al uso de la terminología economicista - y que genera una intolerable perversión: que se creen o inventen los pleitos por aquellos que estamos llamados a evitarlos, concordando soluciones extrajudiciales.
Es ésta  la ‘Industria del pleito’ una patología de nuestra profesión surgida en otros pagos, y que ha nacido sobre todo, de una inaceptable libertad de pactar la quota litis sin límites ni matices y de un desarrollo elefantiásico y descontrolado del derecho de la responsabilidad; de su indiscriminada objetivación - no siempre justificada -; y de la deslumbrante y arrolladora aparición de las condenas por “daños punitivos” cuya etiología jurídica haríamos bien en reestudiar, asimilar dogmáticamente y reducir o moderar a lo necesario y suficiente”
Es evidente entonces que cada vez que un gobierno, como decíamos al principio, quiere recortar o lisa y llanamente hacer desaparecer derechos, sobre todo de las clases más necesitadas, apunta principal y primeramente contra los abogados.
Es precisamente por esta cuestión; entre muchas otras, que es nuestro principal desvelo en términos gremiales, esl dedicarnos a la defensa de la defensa tema que será recurrente en esta y otras entregas


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