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Finalmente, luego de aprietes, agachadas, negociaciones a espaldas del Congreso y del pueblo, incluidos los votantes del actual Presidente, se aprobó en general la Ley ómnibus. El Presidente lo necesitaba imperiosamente hoy, día en que se le hace un paro con movilización. Los aprietes del mejor estilo mafioso, expresados de forma pública y sin pudor por Adorni, fueron un escándalo. Han quedado muchas heridas que con el tiempo veremos si sanan y cómo. Es una victoria pírrica. Cuando se vote en particular, se verá como queda este mamotreto impresentable. Queda mucha tela por cortar. Muchos sectores se vienen a desayunar que fueron escuchados como mera formalidad ya que todo se cocinaba en otra parte. La democracia, las instituciones de la República y en Estado de derecho quedan bastante maltrechos. Como creo firmemente, la historia no absolverá fácilmente